Una recorrida mundial por las radios alternativas. Sus distintos orígenes y denominaciones. Y su destino común: ser la avanzada contra la concentración, la uniformidad y la mediocridad del status quo radiofónico.
(*) Nota extraída de www.titoballesteros.blogspot.com (Blog de Tito Ballesteros López, Comunicador social radiofónico)
Sindical – Obrera. A mediados de la década del veinte comenzaron a producirse reivindicaciones obreras en torno al nuevo medio radiofónico. En EE.UU. y Austria surgieron radios sindicales, al tiempo que en Alemania, en la llamada República de Weimar, se produjo un fuerte movimiento en pro de la autorización para constituir radios de los obreros. En 1927 se fundó la Federación Internacional de Radios Obreras (de orientación socialdemócrata) y en 1929 se desarrolló una Conferencia Internacional de Sindicatos Revolucionarios dedicada a la radio.
En 1947, un grupo de maestros comenzó a transmitir desde Radio Sucre, ubicada en los distritos mineros de Catavi (Bolivia). Para 1956 había ya 19 radios, que conformaron la Red de Emisoras Mineras. El movimiento obrero.
Local o de baja potencia. Durante el gobierno republicano en España, en 1932, se promulgó un decreto que autorizaba la instalación de radios de poca potencia con carácter local.
Pirata. En 1958 un grupo de periodistas y operadores de radio europeos, desocupados, tuvieron una idea original e instalaron una estación de radio en frecuencia modulada (la FM había aparecido ese mismo año en el Reino Unido) en un barco anclado frente a las costas de Dinamarca. Radio Merkur FM inauguró la época de las radios \\\\\\\»piratas\\\\\\\».2 Tres años más tarde se instaló Radio Nord frente a las costas suecas. En 1964 aparecieron Radio Veronique, en las costas de Holanda, y Radio Caroline y Radio Atlanta frente a las costas inglesas. Estas emisoras eran comerciales y basaban su éxito en una programación ágil, teñida por los nuevos ritmos del rock. Radio Caroline, por ejemplo, fue la primera estación en emitir las canciones de Los Beatles. En 1967 se crearon en Gran Bretaña las radios locales de la BBC (el ente estatal que hasta entonces detentaba el monopolio de la radiofonía inglesa), y ese mismo año se declararon ilegales las transmisiones de las radios piratas. En 1980 el gobierno británico, luego de ganar un pleito judicial, logró hundir el buque desde el que transmitía Radio Caroline.
Con las radios piratas, y en base a disk-jockeys, rock, y publicidad de Coca Cola, hizo irrupción en Europa el modelo norteamericano de la libre empresa radiofónica. Las primeras programaciones estaban sostenidas por multinacionales con fuerte presencia de capitales norteamericanos: Ford, Lever, American Tobacco Company, etcétera. Posteriormente, a fines de los sesenta, nacieron en el Viejo Continente emisoras que, instaladas en países vecinos, penetraban el éter de los Estados que tenían monopolio público de la radiofonía. Estas radios tenían dos diferencias con las piratas, transmitían desde tierra firme y contaban con permiso legal en los países donde estaban instaladas; y una similitud, todas violaban las leyes de los países vecinos. Las más famosas eran Radio Montecarlo, Capo d’Istria (Yugoslavia), Montecenari (cantón suizo de Ticino) y Radio Luxemburgo. Estas emisoras tenían canales abiertos en las lenguas de los países que querían penetrar. La fórmula era la misma de las radios piratas: rock, publicidad de productos para jóvenes y un disk- jockey dinámico.
Libre. Entre los años sesenta y setenta comenzó en Europa una revuelta contra los monopolios estatales de radiodifusión. En Francia e Italia nacieron las radios libres, que se extendieron posteriormente por casi todo el antiguo continente. En Italia, país donde tuvo más auge este fenómeno, imperaba el monopolio de la radiodifusión en manos del ente estatal Radio Audizione Italiana (RAI).
El movimiento pro-reforma puso el tema de la democratización de los medios de comunicación en el centro de la atención de todos los sectores de la población y pocos días antes de la finalización del convenio Estado-RAI comenzó sus emisiones \\\\\\\»Radio Bologna per l’accesso pubblico\\\\\\\», primer radio libre de Italia.
En 1975 surgió Radio Parma, emisora privada que basó su programación en noticieros locales, modelo que luego copiaron centenares de radios. Ese mismo año nació Radio Milano Internazionale, que impulsó el estilo de programación musical con dedicatorias; éste fue otro modelo de programación que se impuso en muchas radios libres italianas. Las estaciones se multiplicaron como hongos, y también se acrecentaron las clausuras a instancias de la RAI.
A partir de entonces surgió otro tipo de radio libre, las radios del \\\\\\\»Movimiento\\\\\\\», como se denominó a la izquierda semi-organizada que estaba fuera del parlamento y cuestionaba al sistema político y social italiano.
La falta de reglamentaciones y la consiguiente competencia salvaje de las emisoras comerciales, llevó a que en noviembre de 1976 la Federazione de Radio Emitenti Democratiche, presentara algunos puntos básicos para una futura ley que regulase el funcionamiento de las radios locales: \\\\\\\»hacer una reglamentación gubernativa que impida la formación de cadenas radiofónicas privadas fijando un área de servicio de la radio de pocos kilómetros, imponiendo la producción autónoma de programas y un mínimo de horas de transmisiones periodístico-informativas (…) El objetivo es penalizar cualquier uso de la brecha abierta por la Sentencia de la Corte Constitucional subordinando la concesión de frecuencias al cumplimiento de unos requisitos periodísticos y de ‘servicio social’.
En los años 80 quedaban muy pocas radios libres de nuevo tipo, o \\\\\\\»democráticas\\\\\\\», como se autodenominaban para diferenciarse de las puramente comerciales.
Educativa – Popular. En 1947 el cura párroco José Salcedo, de la aldea colombiana de Sutatenza, instaló una radio elemental para apoyar las campañas evangelizadoras y alfabetizadoras de la Iglesia Católica. En el correr de una década se formó una cadena de ocho radios, con patrocinio internacional y del gobierno nacional, para favorecer la educación no formal de los campesinos colombianos.
A partir de 1962, en Ecuador, los grupos de base cristianos involucraron a la Iglesia Católica para impulsar programas de alfabetización y se formaron así las Escuelas Radiofónicas Populares.
Entre los años setenta y ochenta hubo un avance de las radios católicas progresistas y de izquierda. En 1988 se creó la Coordinadora de Radios Populares Educativas de Ecuador, por iniciativa de la Asociación Latinoamericana de Educación Radiofónica (ALER).
Comunitaria. En el norte de Canadá, en el bosque boreal, se encuentra la Nación Nishnawbe Aski. Allí se instaló en 1973 la primera radio comunitaria indígena. Al principio se trató de una radiocomunicación que guiaba a los cazadores. Las radios resultaron fundamentales para la vida de las comunidades.
En los EE.UU. también se utiliza el vocablo \\\\\\\»comunitario\\\\\\\», para denominar a emisoras con características bien diferentes a las existentes en Canadá. Radios pacifistas, ecologistas y representantes de las minorías étnicas, como la comunidad negra, y otras experiencias innovadoras muestran aportes originales.
El nombre resalta la idea de comunidad y destaca el valor democrático de \\\\\\\»poner en común\\\\\\\».
Insurreccional. La radiodifusora comenzó a transmitir en 1981 hasta que el 16 de enero de 1992 se firmaron los acuerdos de paz entre el Gobierno de ese país y el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional. Ese día la estación transmitió desde el techo de la Catedral Metropolitana de San Salvador, frente a 300.000 personas. \\\\\\\»La Venceremos nació con la guerra.
Propaladora. Se trata de radios que se arman en torno a un sistema de bocinas unidas por cables y montadas sobre postes. Un amplificador y un micrófono completan el rudimentario equipamiento que permite una difusión de sonido de corto alcance.
Un ejemplo de la importancia que esta modalidad de transmisión ha alcanzado, es el de la radio de Villa 21, situada en la Provincia de Buenos Aires, Argentina. Villa 21 es un asentamiento precario, ubicado en terrenos fiscales pertenecientes a Ferrocarriles Argentinos, con una población aproximada de 30.000 habitantes.
Otro ejemplo singular de radio propaladora fue el desarrollado en la comunidad de Macusani, en el Departamento de Puno, Perú. En este poblado, ubicado a 5000 metros de altura y en condiciones de aislamiento, se instalaron hace unos años unas bocinas, para que los lugareños se informaran de los que acontecía en el mundo exterior y pudieran intercambiar noticias locales y saludos.
Trucha. El vocablo proviene del lunfardo rioplatense. \\\\\\\»Trucho\\\\\\\» significa, en la jerga popular, falso, de poca calidad. Las primeras radios surgidas fuera del sistema establecido en la Argentina, fueron denominadas popularmente con este término.
La experiencia pionera nació a mediados de los años ochenta, de un grupo de jóvenes que conformaban lo que se conoce en el Río de la Plata como una \\\\\\\»barra de la esquina\\\\\\\»; un grupo de amigos que se reúnen periódicamente en la calle para escuchar música, ir a un baile, o simplemente para conversar.
Desde un apartamento en la localidad bonaerense de Avellaneda, y sacando una antena casera por la ventana, comenzaron a emitir géneros de música que no se oían en las radios comerciales. El Bulo de Merlín, así se llamaba la emisora, empezó a ser escuchada en gran parte de la zona, hasta que el Comfer la detectó y la clausuró. La noticia fue difundida por los medios de prensa y al poco tiempo había decenas de radios similares transmitiendo en la Provincia de Buenos Aires y en otros puntos del territorio argentino.
Rural. La existencia de la radio rural en África, data de los años sesenta.
En los años ochenta comenzaron a desarrollarse algunas experiencias independientes y los radiodifusores fueron liberándose poco a poco del paternalismo estatal.
Indígena – Aborigen. En 1979 comenzó a emitir La voz de la Montaña, en el Estado de Guerrero, México. Con ella se inició la formación de una red de emisoras impulsadas por el Instituto Nacional Indigenista. Las radios cubren una población de unos tres millones de habitantes, y transmiten en 28 lenguas autóctonas. Las programaciones se orientan hacia temas educativos, de preservación de las culturas, y al entretenimiento.
Feminista. A partir de un proyecto regional (Chile-Perú, 1989), impulsado por un grupo de feministas de Dinamarca y de la región, se instaló en Santiago de Chile Radio Tierra, primer emisora reivindicativa de la condición de la mujer en América Latina. En tanto, algunas organizaciones peruanas fundaban el Colectivo Radial Feminista. Paso a paso se fueron adueñando de la técnica radial, y aunque no tenían una emisora comenzaron a realizar spots alusivos en algunas radios comerciales, talleres de formación e intercambios con sus compañeras de Radio Tierra.
En 1992 las mujeres integrantes de la radio comunitaria Centre-Ville, Canadá, crearon el Colectivo Ondas de Mujeres.
Fuente: libro “Las Otras Radios”. Alfredo Bouissa, Eduardo Curuchet y Oscar Orcajo, Editorial Nordan-Comunidad, 1998