Por Yolanda Quiroga.
En medio de un contexto de incertidumbre a nivel global, se abre un nuevo mercado de posibilidades para los libros. La industria editorial atraviesa momentos críticos. No sólo económicos sino un cambio de hábitos de consumo a nivel global. Tenemos que señalar que la lectura es una habilidad que requiere que los alumnos hayan alcanzado un desarrollo intelectual, sicomotriz, visual y auditiva, es decir, competencias lectoras. Esto es algo que los niños ponen en práctica desde que son bebés, simplemente escuchando a los demás. Lo novedoso, de los audiolibros, es que son grabaciones de cuentos, películas famosas, y educativas sobre diferentes materias de estudio. La ventaja principal es que puede escuchar mientras se practica cualquier otro tipo de actividad. Otra ventaja, es fortalecer la capacidad para escuchar, habilidad muy importante, para su rendimiento académico. Puede aprender con entonación, haciendo pausa y adquirir fluidez lectora. También permitirá la asociación de la lectura con el placer en un formato visual, el uso de la imaginación mediante el desarrollo de la creatividad. Asimismo el audiolibro, es una alternativa excelente para aquellos que no tienen mucho tiempo para leer. La mayoría de las la personas exitosas aseguran que su éxito lo deben en parte, a su gran afición por la lectura y el estudio. Con el advenimiento de MP3- Ipods, (reproductor de música portátil de pequeño tamaño) los audiolibros, han experimentado un gran auge.
Hay mucha disponibilidad desde los clásicos de la literatura, hasta los libros de autoayuda y de negocios. Entendida la relación tan cercana entre la lectura visual y la lectura auditiva, emerge el gran aporte que hace el audiolibro para la población diversa en el aula, ya que a partir de su función didáctica, conlleva a una reflexión desde su misma composición como es la voz, experiencia estética de la lectura, que le permite una mejor comprensión del texto. Propone formas de lectura para todos y a su vez una opción para las personas ciegas o con baja visión. Es decir, la lectura se considera como una forma alternativa y viable que no es necesariamente con el recorrido de los ojos, sino con el sentido audible que todos podemos tener. El trabajo colaborativo entre poblaciones diversas se favorece por las mediaciones tecnológicas. Es decir, tiene un sentido innovador en un espacio tecnológico. El audiolibro es una expresión del uso de las nuevas tecnologías de la información y comunicación (TICs). Consta de una grabación audio en CD, MP3, incluye la versión integral o reducida en voz alta de libros leídos por narradores, escritores, a veces acompañados de música u otros efectos sonoros. Permite conservar los materiales para evitar su deterioro y de esta manera, prolongar su vida y aplicación en diferentes espacios. No sustituye a un libro, sino más bien complementa nuestra experiencia literaria y así prolonga su vida y aplicación en diferentes espacios. No sustituye a un libro sino más bien, es el de completar nuestra experiencia literaria a través de la audición. Puede tratar diferentes temáticas como una serie de cuentos, historias de vida, novelas, obras completas. Funciona como un motivante para leer.
Son otras formas de aprender a leer, escuchando. No reemplaza al libro en soporte de papel que podemos percibir olores, sensaciones táctiles, recuerdos y un mundo de emociones. Pero debemos aceptar también otros soportes.
Fuente: Diario de Cuyo