Un documental de radio sobre los 30 años de democracia fue premiado en Nueva York.

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Rosario Lufrano lleva 30 años de trayectoria periodística en radio y en televisión. Por sus micros 30 años de democracia acaba de ganar el lauro de oro en nueva york como mejor documental histórico de radio.

Rosario Lufrano lleva 30 años de trayectoria periodística en radio y en televisión, donde lideró diferentes informativos (Telefé, América) y hasta fue directora de la TV Pública. Pasó por diferentes emisoras radiales y desde hace algunos años instaló su ciclo Digo lo que pienso, en Rivadavia (AM 630). A su vez, por sus micros 30 años de democracia acaba de ganar el lauro de Oro como mejor documental histórico de radio, en Nueva York.

«La radio fue mi primer amor y lo sigue siendo, aunque también estoy muy agradecida a la TV, porque da masividad y la imagen es muy fuerte», confiesa. Comenzó el 21 de diciembre de 1983, en Radio Belgrano, once días después de la asunción de Raúl Alfonsín. Formaba parte de un grupo de estudiantes que cursaba la materia de radio en la Universidad Nacional de Lomas de Zamora. Allí trabajó con uno de sus maestros, Arturo Cavallo, e integraba un grupo de futuros comunicadores de peso.

Ellos eran Jorge Dorio, Eduardo Aliverti, Mónica Gutiérrez, quienes como Rosario Lufrano tomarían un peso propio inmediatamente. Por aquel entonces, arrancaba la democracia, así que había mucha necesidad de hablar. «Cuando el régimen democrático cumplió 30 años, se me ocurrió que había que contar esta historia de alguna manera. Con la productora Liliana Manna, en Rivadavia, armamos 41 micros de 15 minutos cada uno, que se emitieron durante 2013 en mi programa», recuerda Lufrano. Ahora recoge el guante en Digo lo que pienso, ciclo que lidera en esta emisora, de lunes a viernes, de 17 a 19. «Esos micros están hechos con audios originales, bien musicalizados, mezclados con monólogos de Enrique Pinti, Diego Capusotto y Tato Bores. No sólo contamos los acontecimientos políticos, sino que hablamos de los medios, del cambio de la televisión durante la década del 90, la irrupción de Tinelli; qué pasó con la cultura, la época de los recitales gratuitos. En un micro hablamos del recital de Sting, cuando les dedicó «Ellas bailan solas», a las Madres de Plaza de Mayo. Nuestra democracia era una fiesta. Claro, así como contamos estas cosas, también hablamos de la corrupción que hubo; porque es tremendo todo lo que nos pasó», explica. El equipo presentó el micro en el New York Festivals, entidad que premia por separado a la radio y a la televisión y obtuvo el galardón de oro en el rubro documental histórico, el 23 de junio pasado. «Esa distinción nos llena de orgullo. El primer micro se llama «La primera voz de los desaparecidos» y tiene el testimonio desgarrador de Adriana Calvo de Laborde, que narra toda su peripecia, su detención y el nacimiento de su hija en cautiverio, y el de Gil Lavedra, juez en el juicio a las Juntas. Además, hablamos del caso María Soledad Morales, José Luis Cabezas, la represión del puente Pueyrredón y el llamado a elecciones anticipadas. Hablamos de todo lo que nos pasó en democracia. Cuando nos dieron el oro y dimos nuestro discurso, hablamos de esto que nos pasó, de nuestra democracia, delante de colegas sorprendidos de la BBC, de radios canadienses y estadounidenses. Son países que están acostumbrados a escuchar la palabra terrorismo, pero cuando escucharon «terrorismo de Estado» abrieron los ojos grandes. El trabajo que hicimos está dedicado a los hombres y mujeres que luchan por mantener la democracia y fortalecerla. En el discurso también pedimos por un orden económico mundial más justo, como dijo el Papa», recuerda Lufrano.

Su programa en Rivadavia es de actualidad, en la vuelta, que se ha convertido en un horario muy competitivo. Hay entrevistas, comentarios y opiniones. La acompañan Norma Aguilera, en locución; Néstor Centra, en actualidad y deportes; Miguel Miranda, en humor, y Maxi Legnani, en espectáculos, además de dos buenos operadores: Quique Martínez y Tito Berlingieri.

En algún momento su carrera periodística la llevó a la dirección de la TV Pública. «Fue un gran honor porque hubo que armar la Televisión Pública. Estuve dos años y medio. Era un canal al que le faltaban cámaras, luces, móviles y un concepto. No estábamos urgidos por el rating y apostamos a la calidad, porque creo que eso te trae a la gente. Hablé con los artistas y les dije: «Ésta es su herramienta, hagan lo que quieran». Así vinieron Capusotto, Marcos Mundstock, Juan Alberto Badía, Los cuentos de Fontanarrosa, los documentales, las películas, y hasta le dimos señal a Encuentro, que todavía no tenía dónde salir», recuerda. «Fue un trabajo muy importante el que hicimos y fue un placer, porque soy una laburante, una mina que arrancó bien de abajo y que trabaja con la misma energía con la que empezó», se define.

Fuente: www.lanacion.com.ar